No uso luces porque solo manejo de día

Para Knog, la mejor inversión en accesorios de seguridad son las luces y nosotros no podríamos estar más de acuerdo. Sin embargo, si haces el ejercicio de contar cuantos ciclistas te cruzas sin usar ambas luces resulta evidente que todavía no se ha generado suficiente consciencia sobre el asunto (si tú estás en ese grupo mira esto). Una de las justificaciones que dan los que no usan luces es que “yo solo uso la bici de día”; es por ello, que he reunido una serie de datos para comprender por qué el uso de luces durante el día es de vital importancia.

El primer dato es que como ciclista puedes reducir en 19% tu riesgo de tener un incidente vehicular durante el día si tan solo usas luces[1]. Imagínate tener casi 20% más de chances de llegar a salvo a tu destino con tan solo prender tus luces. Por cierto, este conocimiento es producto de un estudio experimental que permitió determinar casualmente por qué el grupo que usaba luces de día tuvo menos incidentes. Además, el estudio señala que quienes usaron luces de día tuvieron 47% menos lesiones que su contraparte. También hay que considerar que las luces usadas en el experimento en el 2012 son mucho más leves que unas de calidad en la actualidad; así que puedes esperar mejores resultados si prendes tus Knog… perdón, luces de calidad.

Con todo lo anterior, debería ser suficiente para que apliques una práctica de seguridad tan simple, pero si te gusta leer más del tema sigamos. Una de las primeras preguntas que me hice al enterarme de la importancia de usar luces de día fue ¿Acaso no soy suficientemente visible de día? Sucede que no tanto, peor si es un día de neblina o lluvia. Por ejemplo, en un estudio holandés se encontró que el 8% de los vehículos en campo abierto no son vistos por otros conductores en pleno día[2]. Así también, no ver al otro vehículo es la causa del 50% de los incidentes durante el día; peor aún, en el caso de las intersecciones no ver otros vehículos provoca el 80% de los incidentes[3].

[1] Madsen Andersen & Lahrmann (2012)

[2] Institute for Road Safety Research (2013)

La cantidad de estímulos visuales pueden invisibilizar al ciclista; por ello, el ULDD y de colores que te destaquen hacen la diferencia. Foto de CyclingTips.

Pero en cuanto a visibilidad, las personas en bici ocupan menos espacio en el campo visual, además van pegados a la vereda en vez de estar al medio del carril, y los automovilistas se preocupan más en detectar otros carros para no chocar que en cuidar de la vida de los peatones y ciclistas. Para entender cuán difícil puede ser mantener una atención simultanea de distintos estímulos intenta contar cuántos pases se dan el equipo de polo blanco en el siguiente video:

 

 

La sensación de seguridad o sobreestimar su capacidad de evitar incidentes en la vía es una causa común para no adoptar las medidas de seguridad necesarias[4]. Sucede con todos los tipos de usuarios, por ejemplo, conductores que creen tener los mismos reflejos en estado de ebriedad o peatones que mayores de edad que cruzan la pista asumiendo que el automovilista se detendrá o que podrán llegar al otro lado a tiempo. Los ciclistas se sienten más seguros y con capacidad de evitar incidentes de día a diferencia de la noche. En contraste, según la Policía Nacional del Perú, la mayoría (57%) de los incidentes vehiculares se dan durante el día[5]. Sospecho que esta sensación de que tenemos total control para evitar los incidentes es la razón por la que muchos clientes compran solo una luz trasera, pero no una luz delantera; sienten menos control sobre lo que no pueden ver así que necesitan la luz traerá, en cambio, como sí pueden ver y anticipar otros vehículos prefieren ahorrarse la delantera. Si bien no tenemos estadística local al respecto, es conocido que un buen porcentaje, sino la mayoría, de los incidentes se dan en las intersecciones y resultan muy peligrosos[6]. Así que, usa ambas luces y considera tener al menos una de tus luces con una amplia cobertura para ser visto desde los costados.

[3] Koornstra, Bijleveld & Hagenzieke (1997)

[4] Vanderbilt (2008)

[5] Anuario Estadístico Policial (2018)

Luz Cobber de 330° de Knog.

Dicho esto, queda saber cómo escoger una buena luz para poder usarla de día, lo cual resulta muy difícil de definir. Sucede que no existe un acuerdo entre los productores de bicicletas, ni estudios que permitan determinar qué características debe tener la luz ideal para uso diurno[7]. Es que usar los lúmenes (luz emitida) como referencia no es suficiente, deberíamos usar la unidad de lux (luz por metro cuadrado) pero resulta bastante enredado ya que se tendría que especificar cuánta luz se proyecta según cada ángulo. Además, el modo de la luz influye en la distancia desde donde puede ser vista. Otro factor, es el tipo de LED, este puede ser COB o SMD (¿qué es eso?) cuya visibilidad varía según el ambiente. Como se puede ver, son muchas variables que dificultan la comparación entre marcas así que lo mejor es que al momento de escoger una pongas a prueba la luz.

[6] Soto (2009)

[7] Cycling Tips (Febrero del 2017)

(Renzo Pozo con su luz Mob de Knog)

 Con todo, si bien es más seguro ir en bici que estar a merced de un transportista que, lamentablemente, trabaja 12 horas días o estar en un carro a altas velocidades; el mensaje es que no te confíes y uses todas las medidas que están en tu poder para llegar bien a tu destino. Aquí unos consejos sobre cómo ser más visible:

1. Usa ambas luces siempre

2. Escoge un modo de luz intermitente.

3. Maneja por el medio del carril.

4. Usar una luz en movimiento como en el talón triplica su visibilidad.

5. Invierte en buenas luces.

6. De ser posible, usa reflectivos o una prenda fosforescente.

 ¿Qué hay de ti? ¿Usas ambas luces?

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